La interculturalidad involucra un proceso permanente de comunicación y aprendizaje entre las culturas que comparten un mismo espacio geográfico.
Se caracteriza por tres principios básicos: ciudadanía, unidad de lo diverso y respeto a la identidad, ponerlos en práctica involucra un proceso reflexivo y crítico que implica liberarnos de esos comportamientos y actitudes que tienden a discriminar a miembros de otras culturas coexistentes en el mismo territorio.
El comportamiento intercultural significa aprender a aceptar las diferencias mutuas en situaciones específicas y, al mismo tiempo, ser conscientes de que la aceptación de las diferencias mutuas tiene sus límites si no se respeta al "otro". O.P
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